“EL PENAL ETERNO” es un cortometraje dirigido por Sebastián Feldman y Marcelo Vitali, con dirección de actores de Tati Rojas. Una obra que convierte la tensión de un penal detenido en el tiempo en una poderosa metáfora sobre el fútbol y la vida.

Sinopsis
En una cancha de barrio, el tiempo se detiene frente a un penal decisivo. El ruido se desvanece y la tensión se vuelve materia. En ese instante suspendido, los personajes se enfrentan a sí mismos: el juego se convierte en una batalla interior, donde cada gesto revela más de lo que muestra.
Guion y Dirección: Sebastián Feldman
Co-Director: Marcelo Vitali
Dirección de actores: Tati Rojas
Director de Fotografía: German Costantino
Co Director de Fotografía: Flavio Dragoset
Directora de Arte: Victoria Cachan
Asistente de Dirección: Esteban Pizarro
Un rodaje único en Cacodelphia Studio
En Cacodelphia Studio se llevará a cabo el rodaje de “El Penal Eterno”, una experiencia cinematográfica diferente, donde la emoción del fútbol de barrio se recrea dentro del estudio con una atmósfera única. Cada detalle —la tribuna, la cancha, la tensión del penal— será construido para que el espectador sienta que el tiempo se detiene. Un espacio donde la tecnología y la pasión se combinan para dar vida a un momento eterno del cine y del fútbol.
Cine Asako
Cine Asako es una productora cinematográfica con sede en Ibiza, España, fundada en 2021 por Sebastián Feldman y Bárbara Fernández Annovelli. Se dedica al desarrollo y producción de cine con una mirada autoral y un enfoque creativo en cada etapa del proceso. Desde la idea inicial hasta la pantalla, acompaña los proyectos con estrategias de lanzamiento y campañas de promoción pensadas para el circuito de festivales y el mercado internacional.
Personajes
“El Penal Eterno” presenta un mosaico de personajes que encarnan el alma del fútbol de barrio. Cada uno vive el mismo instante —ese penal detenido en el tiempo— desde su propio universo interior. El pateador, nervioso y vulnerable, carga con el peso del barrio en los botines. El arquero imagina la gloria y la redención a un paso de sus manos. El árbitro, distraído entre pensamientos mundanos, intenta mantener el control de un partido que se le escapa del tiempo. En la tribuna, el hincha apostador juega su suerte entre la fe y la desesperación, mientras el cábulero confía en sus rituales y supersticiones para torcer el destino. Todos están unidos por la misma espera, por ese segundo que parece durar una vida. A través de ellos, el cortometraje revela el costado más humano, poético y contradictorio del fútbol: la emoción compartida, el miedo al error y la ilusión eterna de que todo puede cambiar en un solo instante.